La mejor historia de amor

Creo que todos tienen un tipo de historia de amor favorito. A algunos le gustan historias de amor a primera vista mientras que otros prefieren historias que parecen imposibles. La mayoría son partidarios de las que tienen un final feliz. Confieso que me gustan todas. Pero recientemente me he cautivado por otro tipo de historia de amor, el que conmueve el corazón de muchos.

Puede que recuerdes esta en particular. En diciembre, durante un partido televisado de la NFL, el jugador Damar Hamlin de los Buffalo Bills, colapsó tras enfrentarse a un jugador de los Cincinnati Bengals. Millones de personas, tanto los aficionados en el estadio como los espectadores en casa, vieron la jugada, el golpe y el colapso. En esos primeros instantes puede que no fuera evidente lo que estaba pasando con Hamlin, pero era obvio que era grave. Después de que la ambulancia abandonara el campo, los jugadores de ambos equipos se consolaron mutuamente, visiblemente afectados.

Los detalles se conocerían en las horas y días que siguieron. La colisión provocó que el corazón de Hamlin se detuviera. La reanimación cardiopulmonar (RCP) y la desfibrilación inmediata le salvaron la vida. Los aficionados al fútbol de toda la liga siguieron las noticias de su recuperación, sorprendidos de que un paro cardíaco pudiera ocurrirle a un joven de 24 años en óptimas condiciones físicas.

Durante varios días, los fanáticos y otras personas se reunieron frente al hospital y dejaron notas y regalos. Oraron. Las donaciones a la campaña benéfica de juguetes de Hamlin se multiplicaron.

Sorprendentemente, el paro repentino de un corazón desencadenó la apertura repentina de tantos otros. Las oraciones, vigilias y donaciones no se limitaron solo a los seguidores de los Buffalo Bills o a los que se interesan por el fútbol americano. Con cada noticia alentadora sobre los progresos de Hamlin (despierto, comunicándose, respirando por sí mismo, transferido a un hospital de la ciudad de Buffalo, dado de alta del tratamiento hospitalario), yo, como tantos otros, me sentía reconfortada.

Ha sido el mejor relato de historia de amor. En lugar de limitarse a un círculo cerrado de dos personas o incluso a un grupo reducido, esta historia conquistó y cautivó los corazones de muchos: a personas que no conocían a Hamlin, o que no sabían, o no les interesaba nada de fútbol.

¿Qué pasaría si nos sensibilizáramos con las aflicciones de los demás? ¿Y qué pasaría si respondiéramos con un corazón dispuesto y nos interesáramos realmente?

Cuidado del corazón

Me pregunto cómo cambiaría el mundo si pudiéramos hacer esto todo el tiempo. ¿Qué pasaría si pudiéramos sensibilizarnos con las aflicciones de los demás? ¿Qué pasaría si respondiéramos con un corazón dispuesto y nos interesáramos realmente? Ya hacemos esto por aquellos cuyos problemas conocemos. Pero los problemas y los traumas graves no se ven en directo por televisión ni ante millones de personas y a menudo escapan de nuestra atención.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Podemos decidir prestar más atención a lo que les sucede a las personas que nos rodean. Podemos comunicarnos y preguntarles si están bien. Podemos tomar medidas compasivas sin necesidad de que nos pregunten. Oramos y mostramos nuestro interés.

Este año, el Día de San Valentín tendrá lugar justo después del Superbowl. El equipo de Hamlin, los Buffalo Bills, ya no está en competencia, pero yo tenía la esperanza de verlo jugar en el partido final por el campeonato.

Recuerdo haber leído una de las numerosas noticias al comienzo de la recuperación de Hamlin. La vez que despertó en el hospital, pero antes de que pudiera hablar, la primera pregunta que escribió fue: “¿Ganamos?”. Aunque en ese momento el juego estaba suspendido, su médico respondió: “Sí, Damar, ganaste. Ganaste el juego de la vida”.

Todos los que esperábamos y orábamos por la recuperación de Hamlin también ganamos algo. Ganamos el juego del amor. Oro para que esto sea solo el comienzo de una respuesta inmediata y compasiva a la necesidad del ser humano y para que continuemos uniéndonos con disposición y solidaridad.

Será la mejor historia de amor.

Acerca del autor

La Rev. Teresa Burton es la editora de Daily Word®. Es una oradora dinámica y escritora inspiradora, ella hace que las enseñanzas de Unity sean fáciles de entender y divertidas de aprender. Antes de responder al llamado al ministerio, trabajó como editora durante más de 25 años en varios puestos en publicaciones impresas y digitales.

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