Todos hemos pasado por lo mismo. Puede ser que te despidieron de un trabajo que pensabas que era estable. Quizá una relación significativa terminó inesperadamente. También es posible que un pariente haya enfermado o que hayas estado de duelo por un ser querido. Tal vez tu trabajo se trasladó a otra localidad y tuviste que mudarte a una ciudad desconocida.

Dicen que la única constante en la vida es el cambio, y ante eso, todos experimentamos incertidumbre. Los eventos que cambian la vida pueden hacer que sea difícil para nosotros imaginar cómo será el futuro.

He trabajado como escritora independiente en diferentes etapas de mi carrera, llegando incluso a depender exclusivamente de ello como mi única fuente de ingresos. Me convertí en una experta en lidiar con la incertidumbre, sobre todo cuando no contaba con muchos clientes en los que pudiera confiar para asegurarme trabajo.

No me quedaba otra opción que confiar en que encontraría los medios suficientes para salir adelante. No podía perder el tiempo preocupándome; debía actuar con rapidez. Sin embargo, aprendí varias lecciones sobre la incertidumbre.

1. La certidumbre es una ilusión.

Puede parecer que una persona que acaba de ser despedida tiene menos certezas en su vida que alguien que ha trabajado durante 20 años para la misma empresa, pero no es así. Su empleador podría reducir personal, lo que pondría en riesgo su puesto de trabajo. La empresa podría fusionarse con otra que prefiera contratar a su propio personal. Además, podría surgir una recesión en la industria o en la economía en general. Incluso si eres propietario de un negocio, nunca puedes predecir con certeza el éxito o el fracaso de tu empresa.

Todos nos encontramos en un estado constante de incertidumbre sabiendo que cualquier cosa podría pasarnos en cualquier momento. Nunca sabes cuándo podrías tener un accidente o heredar un dinero que no esperabas.

No podemos lidiar con ese nivel de incertidumbre, así que hacemos todo lo posible para asegurar la ilusión de estabilidad. Puede que demos por sentado nuestros trabajos, nuestros hogares, nuestros amigos y familiares, e incluso nuestra salud, pero la verdad es que todo es temporal.

2. El cambio a menudo nos orienta hacia el camino correcto.

Muchas personas descubren una verdadera sensación de felicidad y satisfacción cuando un cambio inesperado las obliga a tomar un rumbo diferente. Quizá la pérdida inesperada de un empleo las lleve a cambiar completamente de carrera y descubrir su verdadera vocación. Quizás un propietario que decide vender su casa encuentre un mejor lugar para vivir. O tal vez el rechazo de alguien con quien querían salir los lleve a salir con alguien que de otro modo no hubieran considerado, y posiblemente los conduzca a una relación satisfactoria.

El cambio puede generar incomodidad, pero a menudo es lo que nos impulsa a una vida llena de alegría que no podríamos imaginar. ¿Cuántos de nosotros buscamos nuestro propio crecimiento y desarrollo en tiempos de comodidad?

La vida nos ofrece lecciones que necesitamos aprender. Así que la próxima vez que un cambio inesperado sacuda tu vida, pregúntate: ¿Qué enseñanza tiene esta experiencia para mí?

A simple vista, la incertidumbre parece algo negativo. Sin embargo, cuando descubrimos la verdad sobre ella, empezamos a apreciar los muchos regalos que trae consigo.

3. Podemos aprender a buscar ayuda en la incertidumbre.

Reconozco que hubo momentos en que pude salir adelante como profesional independiente porque tuve la ayuda y el apoyo de mis padres. No todo el mundo cuenta con padres comprensivos y con recursos económicos, y soy consciente de mi privilegio. Solo les pedí ayuda cuando me sentí realmente necesitada.

Cuando ocurre un cambio inesperado, puede ser necesario confiar en nuestra familia, amigos, vecinos, o incluso personas con las que nunca antes habíamos tenido que contar, así como en organizaciones locales y otras sin fines de lucro.

Muchos de nosotros necesitamos aprender a pedir ayuda, y no esperar a estar al límite de nuestras fuerzas. Permitir que alguien nos ayude puede ser un regalo para ellos. Ayudarnos mutuamente fortalece la comunidad y la confianza. Es probable que todos tengamos la oportunidad de ser tanto receptores como dadores.

4. La incertidumbre aumenta la gratitud, la presencia y la confianza.

Cuando aceptamos que la certeza es una ilusión y que cualquier cosa puede suceder, nos quedan dos opciones: preocuparnos o confiar. Confiar en Dios y en nosotros mismos nos permite estar más presentes en nuestras vidas y pensar menos en el futuro. Una vez que nos damos cuenta de que existe el mismo nivel de control, ya sea que nos preocupemos por el futuro o confiemos en nuestro bienestar, ¿cuál es el sentido de preocuparnos?

La incertidumbre también puede llevarnos a apreciar las cosas que ya tenemos. Por ejemplo, alguien que pierde un trabajo tiene la oportunidad de valorar su hogar, su familia y sus amigos. Un diario de agradecimiento puede ser de gran ayuda para mantenernos centrados en tiempos inciertos, recordándonos las cosas buenas que ya experimentamos.

A simple vista, la incertidumbre parece algo negativo. Sin embargo, cuando descubrimos la verdad sobre ella, empezamos a apreciar los muchos regalos que trae consigo.

Acerca del autor

Sara Crawford es especialista en contenido digital en la Sede Mundial de Unity. También es dramaturga y autora de Time After Time, así como de la trilogía The Muse Chronicles. Para obtener más información, consulta saracrawford.net.

Sara Crawford

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