Sanación a través de la oración afirmativa
Cada vez que avanzo una página en mi calendario y doy la bienvenida al mes de septiembre, siento una sensación especial. El otoño está a la vuelta de la esquina y con él llega mi cumpleaños también. Además, solo faltan unos días para el Día de Oración Mundial en Unity. Siempre veo esta fecha como una oportunidad maravillosa para unirme en oración con otros y recordarme lo transformadora que puede ser esta práctica.
El tema de este año, El corazón de la curación, tiene un significado especial para mí, ya que me lleva a recordar una experiencia reciente. Hace poco más de un año, estaba lidiando con un dolor de cuello tan intenso que me impedía mover la cabeza y descansar adecuadamente. En ese entonces compartí en un artículo cómo, después de dos intentos infructuosos en busca de una buena atención y algo de alivio, finalmente encontré la curación en un centro que me trató con amabilidad, empatía y una eficacia notable.
Antes de descubrir Unity en el año 2000, como muchas personas, solía creer que las palabras sanar y curar eran intercambiables. Con el paso del tiempo, aprendí que es posible experimentar sanación sin necesariamente ser curado, que la sanación radica en la realización de la plenitud, en nuestro verdadero estado espiritual.
Cuando busqué ayuda para mi dolor de cuello, experimenté sanación antes de ser curada. La sanación llegó cuando me di cuenta de que, a pesar de mi dolor y mi movilidad limitada, era ante todo un ser espiritual. Como tal, podía utilizar mis dones divinos de dominio, sabiduría y voluntad para defenderme, discernir y elegir los proveedores y tratamientos adecuados. Gracias a esas elecciones, pude ayudarme a mí misma y, en última instancia, sentirme mejor. Es posible que la cura haya llegado a través de la fisioterapia, pero la sanación se produjo primero a través de la oración y al uso de afirmaciones.
Pero esto no es todo. Con el paso de los años, he ampliado mi comprensión de la sanación. Antes pensaba que se trataba simplemente de aliviar al cuerpo de enfermedades o lesiones. Aunque eso es cierto, va más allá. En otras palabras, pensaba que el cuerpo físico era lo único que necesitaba sanación. Ahora veo las cosas de otra manera. La sanación forma parte del crecimiento espiritual. Desarrollar una conciencia de prosperidad a menudo significa sanarse de una conciencia de carencia. Encontrar la armonía en las relaciones puede llevar a emprender un viaje de sanación a través del perdón. Descubrir la paz mental puede significar sanarnos de pensamientos y sentimientos problemáticos.
“No importa cuál sea tu necesidad de sanación, la oración puede guiarte a descubrir un nuevo camino. Una mente abierta y un corazón dispuesto te ayudarán a transformar los retos en fuentes de empoderamiento”.
Sana tu vida mediante la oración
Practicar la oración afirmativa es en sí misma sanadora. Es una forma de vivir nuestra fe y de seguir comprometidos con la verdad de que estamos en el mundo, pero no somos de él. En la oración, reclamamos para nosotros la paz y la perfección de Dios. Conocemos nuestra totalidad, lo cual pone en perspectiva las enfermedades y limitaciones físicas. En términos más sencillos, a medida que la oración afirmativa nos ayuda a vivir la verdad que conocemos, nos resulta más fácil creer en nuestra naturaleza divina y en nuestra capacidad de sanarnos a nosotros mismos.
No importa cuál sea tu necesidad de sanación, la oración puede guiarte a descubrir un nuevo camino. Una mente abierta y un corazón dispuesto te ayudarán a transformar lo que te preocupa en algo que te fortalezca.
Si no necesitas sanación personal, tal vez conozcas a alguien que se beneficiaría de tu energía de oración y sanación. Si te preocupa el estado del mundo, orar por la sanación de naciones y pueblos, así como por la salud del planeta, se convierte en una poderosa forma de bendecir a todos.
Te invito a unirte a mí en la ceremonia de apertura del Día de Oración Mundial el próximo miércoles por la noche. Seguro será una experiencia de oración maravillosa.