La capacidad espiritual de elegir

por la Rev. Linda Martella-Whitsett

El poder de la voluntad puede ayudarnos a afirmar el bienestar

Como alguien que ha estudiado y enseñado los 12 Poderes por varios años, he escuchado a muchos estudiantes decir que ellos buscan alejarse del Poder de la Voluntad.

Es fácil confundir el poder de la voluntad con la fuerza de voluntad (que a menudo falla, solo piensa en las resoluciones de Año Nuevo), o de creer que la Voluntad es impuesta por Dios, lo que significa que no es bienvenida y es dura. Ninguna de ellas inspira la práctica de la voluntad espiritual, y tampoco explican el potencial de nuestro gran poder de la voluntad innato.

Voluntad es la capacidad espiritual de decidir, de comprometerse y de estar dispuesto. Aunque decidir requiere de esfuerzo, escoger no es forzar. Pareciera haber un punto intermedio ideal en el balance entre esfuerzo y conceder, donde la voluntad se hace poderosa. El poder de la voluntad tiene menos de ejercer control sobre lo que sucede y más de decidir nuestra respuesta a lo que pasa.

Un mensaje común en Unity es: La voluntad de Dios es que tengas prosperidad, gozo, amor o salud. Veamos un ejemplo con la salud. ¿Qué significa que la voluntad de Dios para ti es salud?

Eso ayuda a interpretar a Dios de manera metafísica. ¿Qué queremos decir con Dios? En traducciones populares del Padre Nuestro decimos, “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Dios es lo celestial o ideal. Con relación a la salud, Dios es el estado de bienestar ideal, el principio de la salud.

Determino sanar

Charles Fillmore nos enseñó que nuestro YO SOY o nuestra naturaleza en Cristo, está enlazada con la mente divina, por lo tanto es posible para nosotros manifestar “en la tierra como en el cielo”. Fillmore escribió:

“La simple declaración “es mi voluntad estar bien” reúne las fortalezas de mente y cuerpo alrededor de la idea central del bienestar y la voluntad se mantiene en el centro solo mientras YO SOY continúa su afirmación.—Curación cristiana

Jean, diagnosticada con varios desórdenes autoinmunes, experimenta síntomas crónicos como inflamación de las articulaciones, fatiga, confusión mental y dolor corporal. Levantarse de la cama cada mañana requiere un esfuerzo monumental y los implacables síntomas demandan su completa atención. Como estudiante de Unity, Jean ha estado cultivando su voluntad espiritual para transformar su experiencia de vida cotidiana.

Antes de levantarse de la cama cada día, Jean dedica varios minutos a la activación espiritual y mental de la voluntad. Afirma “Es mi voluntad sentirme bien”. Jean decide afianzar su atención en el principio de la salud y del bienestar. Ella reconoce señales de la vida divina en su cuerpo y mente, apreciando que aun con las limitaciones físicas de su circunstancia actual, ella es capaz de vivir plenamente.

Al activar el poder de la voluntad físicamente, Jean se promete a sí misma demostrar salud y bienestar de una manera particular y lo hace diariamente. Con la comprensión de que algunos días se sentirá mejor que otros. Ella elige una práctica que es razonable y definida. Lo puede hacer por 15 minutos al día para una duración definida y eso prueba su salud y bienestar real.

Voluntad significa que ya elegí, me comprometí y ahora simplemente sigo adelante. No forzo; mas bien coopero con la idea de bienestar y plenitud. Determino estar bien.

Aunque sea difícil

Por varias semanas, Jean practicó pranayama, ejercicios de respiración de yoga para estimular su circulación y la química de su cuerpo saludable. Otras veces practica la meditación consciente, mantiene conversaciones de apoyo con sus amigos, lee sobre salud y bienestar o escribe en su diario todo lo que está yendo bien en su vida.

Jean sabe que dedicarse a una práctica cada día no solo es posible, sino que sustenta el poder de la voluntad. El YO SOY continúa su afirmación.

A veces, honrar ese compromiso es lo último que Jean quisiera hacer. En esos momentos, Jean acude al aspecto de la voluntad que dice: Aunque preferiría no hacerlo, aun así estoy dispuesta.

Nota que Jean se enfoca en su voluntad de estar bien, más allá de controlar sus síntomas. La voluntad funciona mejor cuando se dirige hacia nuestra capacidad interna de lograr el objetivo principal, más que obsesionarse con las circunstancias y condiciones que aparecen en determinado momento. Ese enfoque “reúne las fortalezas de la mente y del cuerpo” que nos transforman a nosotros y a nuestras circunstancias.

< Volver a Cómo mantener tu enfoque ante todo