Los mensajes del movimiento Unity siempre me levantan el ánimo; me hacen sentir animada e inspirada. Sin embargo, he luchado contra la depresión de forma intermitente desde que era adolescente, y cuando estoy en medio de un episodio depresivo, no siempre siento que “la luz de Dios me rodea” o que “el amor de Dios me envuelve”.

Cuando encontré a Unity por primera vez y aprendí sobre el principio de que creamos nuestra realidad por medio de nuestros pensamientos, creí erróneamente que mis propios pensamientos estaban causando mi depresión y que solo yo podía superarla. Sin embargo, en el transcurso de los últimos quince años, a medida que he asistido de forma intermitente a una iglesia de Unity, he participado en talleres, he leído contenido espiritual y he escuchado podcasters y youtubers del Nuevo Pensamiento, he llegado a comprender cinco principios claves que me han ayudado a mantener una buena salud mental.

1. Dios está presente en todas partes, incluso en medio de la depresión, la ansiedad u otros problemas de salud mental.

El primer principio de Unity nos recuerda que Dios es el Bien absoluto, presente en todas partes. A lo largo de los años, he aprendido que Dios también está en la enfermedad mental. Y para mí, mi espiritualidad adquiere un mayor significado cuando soy capaz de encontrar a Dios en medio de la depresión.

La enfermedad mental puede ser una parte importante del viaje espiritual. Aprender a ver a Dios en mi depresión ha creado más espacio en torno a ella.

2. Todo a lo que me resisto persiste.

En el pasado, me enfadaba mucho conmigo misma cuando me sentía deprimida e intentaba por todos los medios sentirme mejor. Si no lo conseguía, me enfadaba aún más. Tuve que aprender que a veces hay que permitirse sentirse deprimido. En ocasiones, superaba más rápidamente un episodio depresivo aceptando cómo me sentía, escribiendo un diario y disfrutando de un helado mientras escuchaba a The Smiths.

La depresión severa no es algo sencillo. A veces puede hacer que te sientas incapaz de mantenerte en pie; puede hacer que permanezcas en cama durante días o que no seas capaz de comer o ducharte. Si padeces este nivel de enfermedad mental, es probable que necesites la ayuda de un terapeuta, un psiquiatra, medicación o incluso hospitalización. Pero cada situación es única y, a veces, la mejor forma de salir de ella es atravesándola.

3. Mi enfermedad mental no me define.

La enfermedad mental es una afección causada por muchos factores: la genética, la química cerebral y el entorno, por nombrar algunos. He aprendido que no define quién soy; es simplemente un aspecto de mi vida. No influye en mi inteligencia, mis capacidades o lo que puedo ofrecer al mundo. Así como no menosprecio a los enfermos de gripe o de cáncer, tampoco debería menospreciarme a mí misma.

4. La enfermedad mental no siempre es permanente.

Cuando estoy deprimida, es fácil pensar que siempre lo estaré, pero no es así. Aunque llevo más de veinte años luchando contra la depresión, esta va y viene y nunca es permanente.

Algunas personas toman medicamentos el resto de su vida. Otras pueden dejar de tomarlos con el tiempo. Es posible que un medicamento que tomabas al principio deje de hacer efecto al cabo de dos o tres años. Y cada uno de estos casos es válido.

5. Ahora tengo una caja de herramientas para la salud mental.

Durante años, me negué rotundamente a probar antidepresivos. No estoy segura de si era una cuestión de orgullo porque creía que debía ser capaz de solucionar mis problemas por mí misma, pero cuando finalmente cedí y empecé a tomar Wellbutrin en 2014, descubrí que me ayudaba enormemente y me preguntaba por qué no había tomado medicamentos desde el principio.

A medida que me fui involucrando más en Unity, comencé a desarrollar una práctica diaria de oración y meditación, y empecé a sumergirme en contenidos inspiradores y espirituales como los libros de Eckhart Tolle o Wayne Dyer, Daily Word®, Unity Magazine®, y blogs y vídeos espirituales en YouTube. Sin embargo, lo más importante que aprendí fue a preparar una caja de herramientas para la salud mental que incluyera medicación y terapia, pero también oración, meditación y lectura de material espiritual.

La enfermedad mental puede ser una parte importante del viaje espiritual. Aprender a ver a Dios en mi depresión ha creado más espacio en torno a ella.

Cada persona tiene su propia caja de herramientas para mejorar su salud mental. La mía también incluye hacer ejercicio, escribir en un diario, hacer voluntariado, cantar y tocar la guitarra, libros para colorear para adultos y tejer a ganchillo. Sin embargo, las herramientas eficaces para otras personas pueden variar e incluir cocinar u hornear, unirse a una clase de gimnasia o a un equipo deportivo, mejorar los hábitos de sueño, crear una rutina, practicar senderismo o pintar.

6. No estoy sola.

Lo más importante que he aprendido es que no estoy sola, y lo mismo te digo a ti. No estás solo. En todo el mundo hay aproximadamente 280 millones de personas que padecen depresión, 301,39 millones de personas que padecen ansiedad, 224 millones de adultos que padecen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y unos 480 millones de personas padecerán TEPT en algún momento de su vida (la información estadística proporcionada en los enlaces está disponible solo en inglés).

Si tú también estás luchando con una enfermedad mental, es importante que te apoyes en tus seres queridos (amigos, familiares o miembros de tu comunidad espiritual), y recuerda ser paciente y amable contigo mismo, y no renunciar nunca a la búsqueda de soluciones.

Asimismo, no olvides que está bien pedir ayuda. Busca tratamiento con profesionales médicos como psiquiatras y terapeutas. También existen recursos útiles como la Línea Nacional para prevención del Suicidio y la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA).

Acerca del autor

Sara Crawford es especialista en contenido digital en la Sede Mundial de Unity. También es dramaturga y autora de Time After Time, así como de la trilogía The Muse Chronicles. Para obtener más información, consulta saracrawford.net.

Sara Crawford

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