La paz es un tema espiritual perdurable, especialmente en esta época del año.

Los llamados a la paz están por todas partes, en las decoraciones, en los comerciales y en las tarjetas de Navidad. Cantamos acerca de la paz. La deseamos, oramos por ella y sin embargo, la paz que anhelamos nos elude. Pensando recientemente en esto, recordé la escritura “y cuando piden algo, no lo reciben porque lo piden con malas intenciones” (Santiago 4:3). Probablemente estamos pidiendo erróneamente cuando buscamos la paz fuera de nosotros, sin primero conocerla por dentro. Como seres divinos, ya contamos con la paz perfecta en nosotros. No la creamos, pero necesitamos decretarla. La belleza y simplicidad de esa idea es expresada perfectamente en la canción “Haya en la Tierra paz” (letras en la pág. 46).

Aunque es bien conocida en Unity y en otras iglesias, no todos están al tanto del origen de tan querida canción. En el verano de 1955, la letrista  Jill Jackson-Miller y su esposo, músico, escuchaban un programa de radio que hablaba de la idea de que para que la paz se hiciera realidad, primero debía estar en los corazones y prácticas de los individuos. La hija de Jill, una adolescente para la época, recuerda que su madre una mañana despertó con la frase en mente: “Haya en la tierra paz, y que comience en mí.”

Mucho antes de ese verano y de su súbita inspiración, la vida de Jill Jackson era todo menos paz. Nacida en Independence, Missouri, Jill quedó huérfana de niña y fue puesta en un hogar de cuidado bajo tutela del estado. Su difícil niñez la llevó a la desesperanza y aislamiento.

Después que su primer matrimonio terminó en divorcio, dejándola sola con dos pequeñas hijas, Jill intentó suicidarse. Esa dolorosa experiencia la llevó a buscar soluciones espirituales para sus problemas. Su creciente conciencia de la presencia de un poder mayor, guiaría la dirección de su vida e influenciaría su carrera como actriz y compositora. Según su hija, Jill fue llevada a Unity por su terapeuta físico, durante su recuperación después de su intento de suicidio. Jill da crédito a Silent Unity y a los principios del Nuevo Pensamiento por ayudarla a salvar su vida.

Traducida a muchos idiomas, “Haya en la tierra paz” ha sido escuchada por audiencias grandes y pequeñas. Fue cantada en Navidad durante el espectáculo de fuegos artificiales “IllumiNations” en Epcot Center en Walt Disney World en Orlando, Florida. Fue cantada al Papa Francisco cuando visitó el lugar de recuerdo del 911 “Ground Zero” en Nueva York en 2015. La canción también aparece en varios himnarios Cristianos. Encontró nueva popularidad en 1993, cuando “Let There Be Peace on Earth” fue la canción titular del álbum de Navidad de la superestrella musical estadounidense Vince Gill.

La canción es popular durante la Navidad, recordándonos que hemos de mirar hacia adentro para encontrar la paz, decretarla y compartirla con el mundo. Jill Jackson-Miller falleció en 1995; su legado perdurable es esa melodía cantable y un poderoso mensaje de transformación. He tocado o cantado “Let There Be Peace on Earth” miles de veces y no me canso de ello. Al cantarla, afirmo mi compromiso de traer paz al planeta y la conciencia de que el poder de crear una paz duradera debe comenzar en mi corazón.

Conocer un poco de la historia de la vida temprana de Jill Jackson-Miller profundiza el impacto de sus letras y nos ofrece a todos una esperanza especial. Podemos sufrir profundamente y estar solos. Sin embargo nos consuela saber que ese nunca es el final de la historia.

La paz, la paz perfecta de Dios, ya es nuestra. Al decretarla para nosotros mismos, ésta paz que deseamos ver verdaderamente comienza a surgir en nosotros.

Haya en la tierra paz

por Jill Jackson-Miller y Sy Miller

Traducción al español de
Johannys Jiménez-Hartog

Haya en la tierra paz

y que esta comience en mí.

Haya en la tierra paz

la paz que Dios quiere aquí.

Con Dios nuestro Creador*

somos hermanos y

Con mi hermano camino

en unidad sin fin.

Que empiece en mí la paz

en este momento ahora.

En cada paso mío mi voto solemne es

Vivir en paz en todo instante

eternamente en paz.

Haya en la tierra paz

y que esta comience en mí.


Derechos de autor por Jan-Lee Music, 1955, 1983.
Todos los derechos reservados. Utilizado con permiso.

*Letras alternativas protegidas por los Derechos de autor.

Acerca del autor

Rev. Richard Mekdeci is a Unity minister and cofounder of emPower Music & Arts (empowerma.com). He serves along with his wife, Rev. Paula Mekdeci, at Unity Renaissance of Chesapeake, Virginia.

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