Con su nacimiento, Jesús hizo renacer la esperanza para un mundo mejor. Según decoramos nuestros hogares con luces de colores, recordamos que nos dijo que nosotros somos la luz del mundo.

Todavía recuerdo vívidamente cuando mi hija, en ese entonces de cuatro años, le dio instrucciones de cómo era la manera “correcta” de contemplar el árbol de Navidad a su hermano de año y medio. Ella lo llevó hacia el árbol y lo acostó al pie de este. Con sus caritas debajo de las ramas, ella prosiguió a decirle que de esa manera solo verían las luces. Y que el ver las luces te hace sentir feliz, le dijo que iban a permanecer callados y fue a apagar la luz de la sala.

Lo interesante es que a ella le encanta hablar y durante el día yo tenía que decirle que dejara de jugar con los adornos del árbol. Pero de noche, Gaby cambiaba su modo de admirar el arbolito, no tocaba los adornos y le gustaba estar a oscuras y en silencio para contemplar las luces. Supuse que ver el árbol de abajo hacia arriba avivaba su sentido de maravilla.

Yo pienso que ser luces en las experiencias de vida de otros significa permanecer asidos a la fe mientras la persona encuentra de nuevo su camino, su esperanza. Cuando he pasado por retos en mi vida y he sentido que mi fe y fortaleza flaquean, acudo a un ser querido y le pido que me ayude a afirmar la Verdad. Siento que su luz me alumbra hasta que mis emociones se serenan y puedo regresar a mi centro de paz.

En la época de Jesús muchas personas se sentían perdidas y destituidas en un mundo presto para juzgar y poner leyes y lento para aceptar y guiar a las personas. Con el nacimiento del Niño Cristo, las personas comenzaron a revivir su conexión con Dios y, gracias a las enseñanzas de Jesús, esto continúa hasta hoy en día.

Nos invito a encontrar ese punto en nuestra conciencia, un lugar en nuestro corazón que nos motive a acoger y apreciar la luz eterna y hermosa en cada uno de nuestros semejantes. Cada día es un renacer, una oportunidad para ver de manera “correcta”. En las palabras de Jesús: “Que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos” (Mateo 5:16).

Al recordar lo que hemos superado durante este año y a las personas que han sido luces en nuestras vidas, somos inspirados a hacer buenas obras, a construir juntos un mundo afable que nos incluya y honre a todos.

Al seguir la estrella que nos lleva al renacer de una conciencia Crística, celebramos el nacimiento de Jesús compartiendo el regalo de nuestra luz y añadiendo guirnaldas de gozo, paz y fe al árbol de la vida. Cuando buscamos ver con ojos de maravilla y amor, apreciamos que las luces de la esencia divina en cada uno de nosotros titilan de una manera única que añade significado a nuestra experiencia humana.

Bendiciones,

Rev. Adriana Segovia 

Acerca del autor

La Rev. Adriana Segovia se retiró después de trabajar por más de 30 años en la Sede Mundial de Unity como editora y estratega en español de La Palabra Diaria y más. Fue ordenada por Unity en 2002 y tiene una maestría en administración de empresas de la Universidad de Baker.

Headshot Rev. Adriana Segovia, Pink Shirt

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