Permite que tu luz sagrada brille con las estrellas

Unity se caracteriza por sus mensajes alentadores y positivos. Por décadas he escuchado la noble frase, expresada en un tono sublime: “Hemos sido creados de la misma sustancia que las estrellas”. Colegas y amigos la han usado para instar a sus oyentes y congregaciones a reconocer que somos una creación divina bella e inspiradora.

En La palabra reveladora, Charles Fillmore dice que una estrella Representa el primer despertar del ser humano antes de darse cuenta de su sabiduría y poder Crístico.

Hace como dos semanas, yo estaba viendo un programa acerca de la creación del universo. Uno de los eruditos hablaba sobre la teoría del Big Bang y dijo: “Nosotros somos escombros (o restos) del Big Bang”. Al oírlo, mi reacción fue de asombro. Retrocedí el programa para confirmar lo que había oído y sí, efectivamente, con su rostro impávido dijo que, éramos residuos del Big Bang, dije ¡ouch!

Esta nueva perspectiva me dejó pensando; y mi mente me instó a explorarla. ¡Cómo que residuos!, argüía mi ego ofendido. Luego de un rato de una intensa discusión conmigo misma, llegué a mi primera conclusión: llevada a su mínima expresión, la materia, la sustancia, es la misma. Deduje que lo que me incomodó fue la manera cómo el concepto fue expresado.

En mi mente yo había fusionado verdades espirituales con causas materiales. Entonces, luego de la lucha mental, ya habiendo llegado a la conclusión mencionada arriba, en un momento de esos en los que la Verdad cuela en nuestras mentes lo divino, recordé: “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de arriba; desciende de parte del Padre de las luces, en el cual no hay fases ni períodos de sombra” (Santiago 1:17).

El Padre de las luces. ¡Un hermoso concepto que nos pertenece tanto a nosotros como a las estrellas! No hay necesidad de sentirse incómodo por la situación de los escombros; no hay tiempo para sentirse separado, ni beneficio en compararse.

La sustancia de Dios puede concebirse como la energía de Dios o luz del Espíritu, y "Dios dijo, sea la luz, y la luz se hizo”. —Charles Fillmore, Prosperidad

Las estrellas nos recuerdan que sin importar la distancia, lo vasto y misterioso del universo incluye cada parte de nuestro ser. Entonces, nuestro objetivo sagrado es brillar. Y, cuando el cielo nocturno se viste de luces, recordamos los muchos niveles en los que compartimos la sustancia sagrada con todo lo creado.

Acerca del autor

La Rev. Adriana Segovia se retiró después de trabajar por más de 30 años en la Sede Mundial de Unity como editora y estratega en español de La Palabra Diaria y más. Fue ordenada por Unity en 2002 y tiene una maestría en administración de empresas de la Universidad de Baker.

Headshot Rev. Adriana Segovia, Pink Shirt

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