Comprender el potencial en nosotros y proclamar nuestra plenitud espiritual en Cristo

La Pascua ha fascinado a la gente durante casi 2000 años.

Incluso durante los primeros días de la iglesia cristiana, la gente se preguntaba si la resurrección de Jesús era cierta. Buscaron en sus propias escrituras y tradiciones sagradas tratando de comprender el significado del evento: para Jesús, para ellos mismos y para el mundo.

Descubrieron que la resurrección fue la experiencia de Jesús, pero no se trataba solo de Jesús. La resurrección fue y es un recordatorio de la gracia y el poder de Dios obrando en la humanidad.

La Pascua es la historia del poder vencedor de Dios en una vida individual. La Pascua es un recordatorio de que tenemos en nuestro interior el poder para superar cualquier obstáculo en nuestro camino.

El Cristo en ti nunca ha estado enfermo, quebrado o infeliz. El Cristo en ti es tu integridad espiritual que trasciende tu naturaleza mental y física.

Es el poder de sanar nuestro cuerpo a través de la oración y las prácticas espirituales. Es el poder de perdonar y superar los errores del pasado, las heridas y las malas decisiones.

La Pascua nos recuerda que somos prósperos incluso cuando nuestra cuenta bancaria no refleja abundancia, porque sabemos que estamos conectados a la Fuente de todo bien.

La resurrección representa nuestro poder para vencer, restaurar, renovar mediante la salud, la paz, el amor, la prosperidad y el gozo, sea lo que sea que estemos tratando de revivir. Dios está en cada persona como el Cristo, la idea de Dios de sí mismo en la humanidad. El Cristo o el YO SOY es la plenitud de Dios expresándose individualmente como cada ser humano.

El Cristo en ti nunca ha estado enfermo, quebrado o infeliz. El Cristo en ti es tu integridad espiritual que trasciende tu naturaleza mental y física. Por lo tanto, puedes proclamar tu completitud espiritual ante cualquier tormenta cuando comprendes que Dios en ti nunca podrá permanecer en la tumba del miedo, la desesperación, la carencia, la enfermedad, la confusión y la duda.

El potencial en nuestro interior

Jesús entendió el poder dentro de sí mismo e instó a sus seguidores a aceptar la Verdad sobre ellos mismos. Sabía que tu conciencia determina tus obras.

“Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la gente. son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos”. — Mateo 5:13-16

Jesús enseñó que podíamos demostrar el poder vencedor de Dios como él lo hizo, y nos aseguró que podíamos hacer proezas aún mayores. Quería que pidiéramos “en su nombre” o conscientes del potencial de Cristo dentro de nosotros.

Tienes el poder para vencer. Tienes la capacidad de triunfar. Tienes la autoridad para prosperar.

Puedes dirigir la vida y la inteligencia en cada célula de tu cuerpo. Tienes dominio sobre los desafíos de la vida. Tienes supremacía sobre tus pensamientos y sentimientos.

Puede atraer relaciones sanas y amorosas. Puede construir tu negocio. Puedes liberar el pasado. Puedes alcanzar la excelencia en tu profesión.

Puedes transformar tu vida ahora. Sin embargo, debes dejar que Dios te guíe.

Rendirse a la sabiduría de Cristo

La voluntad, la obediencia y la entrega son las claves para la resurrección. El ego debe entregarse al Cristo de su propio ser.

Jesús tuvo que experimentar la cruz antes de experimentar la resurrección. Tenemos que “tachar” esas creencias que no son consistentes con la Verdad de nuestro ser.

Tenemos que estar dispuestos a rendirnos a la sabiduría superior del Cristo que mora en nosotros. Cuando estamos dispuestos a entregarnos, la conciencia de nuestra naturaleza espiritual se profundiza.

Una vez que entendemos quiénes somos, vemos a los llamados desafíos de la vida de manera diferente, porque sabemos que podemos superar cualquier obstáculo en nuestro camino. Entonces estaremos conscientes de que solo existe Dios y, por lo tanto, nada se nos opone.

Acerca del autor

El Rev. Gaylon McDowell es ministro asistente en Christ Universal Temple en Chicago y presentador del podcast Truth Transforms en UnityOnlineRadio.org. Este artículo aparece en el folleto Liberación y renovación: Una práctica espiritual para la Cuaresma 2022.

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