Una oración par los niños: Amabilidad y compasión

Compartiendo más amor, por doquier

Los medios sociales nos bombardean todos los días con mensajes contradictorios sobre qué tipo de personas hemos de ser.

La confusión interna que a menudo se crea es reflejada en las acciones de los líderes, quienes deberían ser ejemplos a seguir.

Muchos de nosotros buscamos sentir la seguridad de que el mundo es en verdad un lugar afable, sobre todo para nuestros hijos. Los niños necesitan gracia y humanidad para prosperar, algo ausente en las noticias.

¿Cómo podemos criar a los niños para que lideren con el corazón, niños que sean considerados y empáticos con los demás y que sientan que una vida compasiva es una vida exitosa?

El principio: ¨Haz lo que yo hago¨

Existen muchas capas para analizar y explorar. Comencemos con una muy básica: los niños aprenden más de los adultos observando lo que hacen y siguiendo su ejemplo.

“Haz lo que digo, no lo que hago” es una aseveración ineficaz en el mejor de los casos y dañina en el peor.

Eso puede parecer obvio, pero no tenemos que ir muy lejos para encontrar adultos gritándoles a los niños que se callen o dándoles nalgadas como una forma de desalentar la violencia. Eso es tanto confuso como contraproducente.

Criar a una persona amable y compasiva significa buscar serlo también. Cada uno de nosotros puede emplear recursos para desarrollar la empatía y la comprensión, incluyendo la escuela y la iglesia del niño.

A medida que encuentran nuevas maneras para explorar la amabilidad, considera añadir una o dos maneras adicionales para fomentar la compasión, la comprensión y la humanidad en la juventud:

• Crea un ambiente de consideración y respeto en tu hogar.
• Permite que los jóvenes te observen siendo amable con los demás.
• Celebra su bondad hacia los demás.
• Fomenta proyectos de servicio juntos.
• Demuestra paciencia y consideración lo mejor que puedas.
• Inspira empatía: habla sobre cómo se pueden llegar a sentir los demás.
• Ayuda al niño a elegir y llevar a cabo acciones de buen corazón.
• Ten en cuenta los sentimientos de tus hijos al hacer o cambiar planes.
• Habla con ellos sobre el impacto de actuar inapropiadamente. Explora las causas.
• Selecciona lo que tu familia consume en los medios sociales.
• Explica comportamientos confusos que los niños ven en programas y anuncios.

Finalmente, ora en familia y alienta a los niños a orar por los demás.

Una oración de bondad y compasión para todos los niños

Haciendo una pausa, pongo mis manos en mi corazón. Respiro profundamente y me siento bien en este espacio sagrado, me abro a la energía de la oración.

Al traer a los niños del mundo a mi conciencia, siento que la empatía, el beneplácito y la comprensión llegan desde mi corazón al de ellos.

El amor fluye entre nosotros y sobre nosotros como un manto de compasión envuelto tiernamente alrededor de nuestro planeta.

Imagino que cada niño encuentra ejemplos de bondad y gracia para seguir todos los días, que se sienten inspirados y motivados para seguir ejemplos de conductas afables.

La paz florece, la buena voluntad crece y el amor ilumina el camino —un corazón a la vez. ¡Y es así gracias a la fe!

Una oración en familia para fomentar la bondad y la compasión

Nos unimos en este momento para abrir nuestros corazones a la energía de la oración.

Inhalamos profundamente, imaginando que dicha energía fluye en nosotros disolviendo cualquier estrés, preocupación y tensión en nuestros cuerpos. Sentimos que toda preocupación se disipa, la soltamos y liberamos de cualquier parte donde pueda estar estancada.

Con la siguiente respiración, inhalamos aire limpio y refrescante, imaginamos que el amor nos llena plenamente, suscitando bondad y compasión.

Al exhalar, liberamos cualquier preocupación o malestar, nos imaginamos llenos de amor para compartir abundantemente dondequiera que vamos. Vemos amor, sentimos amor y somos amor.

Y así es. Amén.

Juntos afirmamos:

Todos los niños son bienvenidos a orar con los asociados del Ministerio de Oración de Unity.