Una oración por los niños: Gratitud

Este artículo mensual tiene el propósito de ayudar a los padres, abuelos y maestros a dar a conocer a los niños temas espirituales en el contexto de la oración. Incluye una oración para los adultos, una para compartir entre adultos y niños, y una breve afirmación para que los niños la recuerden y la lleven consigo.

La gratitud lo cambia todo

La gratitud es un superpoder con propiedades aparentemente mágicas.

Cuando nos sentimos agradecidos, la alegría brota de un pozo sin fin dentro de nosotros. El día se ve más brillante, y nos sentimos más ligeros. Todo se alinea misteriosamente de maneras maravillosas y creativas para que cada hora se pueda ver y apreciar como el regalo que realmente es. Cuando miramos a través de la lente del agradecimiento, lo que podría haber parecido apenas suficiente se multiplica y se expande, convirtiéndose en más de lo que creíamos haber tenido.

Al practicar la gratitud, de pronto somos capaces de ver a través de las apariencias externas y en los corazones de nuestros amigos y familiares. ¡Todos se ven tan diferentes! Su belleza única brilla como joyas preciadas. Al dar gracias por donde hemos estado, los recuerdos se transforman instantáneamente en tesoros que valoraremos. Al ver con ojos de agradecimiento, la vida parece salirse de su camino para ayudarnos a alcanzar el éxito, y los errores tienen el poder de convertirse en bendiciones.

Pero hay más. Por mucho que parezca mágico en el exterior, una actitud de gratitud es como una medicina divina interior. Cuando nos volvemos receptivos a nuevas ideas y situaciones, nuestro camino se siente más tranquilo, incluso cuando nos topamos con obstáculos. Aprender cosas nuevas parece más fácil y lo que sabemos parece mucho más valioso.

Nuestro espíritu tiene las herramientas que necesita para elevarse cuando estamos agradecidos por las oportunidades que nos brinda la vida. La felicidad florece de formas divertidas e inesperadas. Lo mejor de todo es que la gratitud es gratuita y está justo allí dentro de nosotros, fácil de acceder en cualquier momento.

Entonces, ¿cómo fortalecemos nuestro músculo de la gratitud o aprendemos a vivir con una actitud de gratitud? Aquí hay algunas ideas para empezar. Los adultos y los niños pueden trabajar juntos para añadir a la lista. Trata de rotar al menos una actividad nueva cada mes del año.

FRASCO DE GRATITUD Decora un frasco, caja o bote vacío. Mantén trozos de papel de colores y algo para escribir al lado. Escribe las cosas por las que estás agradecido o dibújalas y ponlas en el frasco. Cada semana, mes o cuando necesites un impulso, revisa algunas de tus muchas bendiciones.

DIARIO DE GRATITUD Comparte pensamientos y sentimientos contigo mismo. Usa una tableta o computadora, o tal vez papel. Pueden ser fichas en una caja, hojas sueltas en una carpeta, un cuaderno de espiral o incluso un elegante diario encuadernado solo para ti. Durante unos minutos todos los días, pon palabras a tus sentimientos acerca de cómo vivir una vida de gratitud.

LISTAS DE AGRADECIMIENTO Dondequiera que estés, tómate un momento para hacer una lista de todo lo que te emociona o te alegra. Puedes escribirlo, mecanografiarlo, pensarlo, decirlo o cantarlo. ¡Mira cuán creativo puede ser el reconocer cosas nuevas todos los días!

NOTAS DE AGRADECIMIENTO Hay una emoción especial que viene con las palabras de agradecimiento expresadas por escrito, y encontrar una tarjeta en tu buzón es una experiencia única y placentera en estos días. Envía una nota rápida de agradecimiento a la antigua usanza: correo postal.

LA MARAVILLA DE UN PASEO Realiza un paseo que se centre en todo lo que hay para apreciar en nuestro mundo. Mira hacia arriba, hacia abajo y hacia todos lados, inhalando bendiciones y exhalando gratitud.

PIEDRAS DE GRATITUD Decora piedras u otros artículos pequeños con palabras de aliento, unidad y paz. Mientras te mueves por tu ciudad, déjalas en lugares donde otros puedan encontrarlas. ¡Le alegrarás el día a alguien!

Una oración por gratitud para todos los niños

Hago una pausa. Respirando profundamente, siento como me dirijo hacia el espacio sagrado de mi corazón. Exhalando distracciones, me concentro en los sentimientos de aprecio. Permito que ondas de energía de agradecimiento fluyan a través de mi cuerpo y mente. Me imagino la energía de la gratitud creciendo y expandiéndose hasta llegar a todos los seres de nuestro planeta. Sabiendo que estos momentos que he pasado en oración pueden cambiar el mundo para bien, descanso en mi corazón agradecido.

Una oración familiar por gratitud

Uniendo manos y corazones, recordamos nuestras bendiciones infinitas y nombramos algunas de ellas. Imaginando a todas las pesonas que conocemos, les enviamos agradecimiento. Permitimos que la alegría y la emoción de las posibilidades futuras burbujeen en nuestro interior, y nos sentimos agradecidos de antemano por las alegrías venideras.

Juntos afirmamos:

Todos los niños son bienvenidos a orar con los asociados del Ministerio de Oración de Unity.